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jueves, 11 de julio de 2013

Curiosidad: La caída del Fuerte Douaumont

En todas las guerras podemos encontrar serias meteduras de pata, y la Gran Guerra no iba a ser una excepción.

En febrero de 1916, los alemanes estaban preparados para comenzar una ofensiva en Verdún, lugar simbólico para los franceses, pues había resultado inexpugnable durante la historia. El alto mando alemán tenía previsto el comienzo de la batalla para el día 12 de febrero de 1916, pero el mal tiempo retrasó el comienzo hasta el día 21. Tras sendos bombardeos de artillería y asaltos por parte de las tropas germanas, en pocos días el ejército alemán se encontró muy cerca de Verdún.
Fuerte Douaumont antes del ataque

Alrededor de Verdún se podían encontrar numerosas edificaciones defensivas. La más importante de ellas era el Fuerte Douaumont, llamado “el más sólido y fuerte del mundo”. Este fuerte había sido descuidado por los franceses, hasta el punto de que la guarnición era muy escasa, pero seguía siendo un punto estratégico a la hora tanto de defender como de atacar Verdún, y esto los alemanes lo sabían.

Por ello, el día 25 de febrero, el 24º regimiento de Brandenburgo recibió la orden de acercarse al Fuerte. El sargento Kunze lideraba una patrulla de diez hombres, la cual debía ayudar en la avanzada, cortando alambres de espino y obstáculos por el estilo. En un momento dado, Kunze se encontró muy cerca de Fuerte, por lo que ordenó a sus hombres la inspección del mismo. Para entrar, el sargento ordenó hacer una pirámide humana, y gracias a ella, él y dos de sus hombres lograron entrar por la tronera de uno de los cañones.

Una vez dentro, los tres hombres inspeccionaron el fuerte. Mientras recorrían los pasillos, se toparon con los cuatro artilleros del cañón de 155mm. Los arrestaron y, de pronto, Kunze se extravió junto con los prisioneros. Seguía caminando por el fuerte con los cuatro franceses delante, cuando salieron a un patio. En ese momento, los prisioneros lograron escapar y cuando el alemán fue a dispararles, se percató de un barracón en el que se encontraban una veintena de franceses. Entró en la habitación y arrestó a la veintena de franceses justo cuando un obús impactó en el fuerte y se apagaron las luces de la habitación. En dicho momento y con un valor extraordinario, cerró el barracón por fuera y siguió su camino por el fuerte. Tras arrestar a otro defensor, se encontró en lo que era el comedor de oficiales. Se sentó y disfrutó de su primera comida decente en días.
Fuerte Douaumont tras la reconquista francesa

Esta fue la manera en la que cayó el fuerte que se creía inexpugnable, sin dar un solo tiro. A finales de 1916, los franceses lo recuperaron, pero a un alto precio. Datos curiosos así hay a miles. Intentaré traeros alguno más.

martes, 19 de febrero de 2013

Victorias pírricas (II)

Siguiendo con el post anterior, en esta entrada seguiremos comentando algunas de las batallas pírricas más famosas de la historia.

Batalla de Borodinó (7 de septiembre de 1812)

Batalla de Borodinó, por Peter Von Hess
En junio de 1812, Napoleón se adentraba en suelo ruso. Alejandro I, en esos momentos Zar de Rusia, para la defensa de su territorio, proclamó la Guerra Patriótica. Junto con ella y para que los franceses tuvieran un camino más difícil, los rusos ejecutaron la política de tierra quemada. El nuevo comandante ruso era el Príncipe Mijaíl Kutúzov, tras la destitución del Príncipe Barclay de Tolly.

Kutúzov optó por enfrentarse a Napoleón cerca de Moscú. El comandante seleccionó un area cerca de Borodinó, la cual pensaba que era defendible. Desde el 3 de septiembre la fortificaron. 

Los efectivos de ambos ejércitos no son exactos, ya que dependen mucho de su fuente. Podemos decir que los efectivos rusos iban de 112.000 a 157.000 hombres, si bien unos 30.000 de ellos eran milicianos y unos 25.000 eran guardias imperiales, los cuales no llegaron a disparar en todo el día. Por ello, en la primera cifra lo más probable es que estos no fueran contados. Además de eso, Kutúzov contaba con 640 cañones. Los franceses, por su parte, contaban con cerca de 125.000 soldados y 584 cañones

El emperador francés sufría de fiebres, con lo cual, la táctica utilizada el 7 de septiembre (día de la Batalla de Borodinó) fue mucho más simple de los habitual. El ejército frances efectuó un ataque frontal con el que tomaron las posiciones rusas. Estos últimos utilizaron a sus reservas y, desde ese momento, el campo de batalla fue una tremenda sangría. Finalmente, y tras tomar y perder las posiciones objetivo, los franceses se llevaron la victoria, pero las bajas fueron terribles.

Hay mucha controversia en el número de bajas. Los franceses perdieron entre 28.000 y 50.000 hombres, mientras que los rusos sufrieron entre 38.500 y 58.000 bajas (se estima que fueron unas 45.000). Otras fuentes dictan que las bajas conjuntas fueron de 125.000 muertos

Si bien nunca se sabrá la cifra real de muertos, de estas aproximaciones podemos deducir que la batalla fue terriblemente costosa para ambos bandos.

Batalla del Somme (1 de julio - 18 de noviembre de 1916)

Batalla del Somme
Es posible que la Batalla del Somme, la que enfrentó a las fuerzas anglofrancesas y a las alemanas en la Primera Guerra Mundial, haya sido no solo una de las más sangrientas, sino también una de las más inútiles.

El propósito de esta ofensiva era la de distraer a los alemanes mientras se continuaba la Batalla de Verdún, con el objetivo de que los alemanes pusieran más empeño en la Batalla del Somme que en la de Verdún. Al final, la del Somme tuvo más bajas que la de Verdún.

En la batalla combatieron alrededor de 2.000.000 soldados franceses e ingleses y cerca de 1.000.000 de alemanes. La batalla, si bien duró cuatro meses y medio, tan solo el primer día ya se cobró la vida de 19.240 ingleses (57.740 bajas ese día, entre muertos y heridos), la batalla más sangrienta de la historia del Ejército Británico.

Al final, el resultado fue el avance de unos 12 kilometros. Para tomar esos doce kilometros, 400.000 ingleses, 200.000 franceses y cerca de medio millón de alemanes resultaron muertos o heridos de consideración (algo más de 300.000 muertos en total).

Podríamos decir que la Batalla del Somme es considerado un empate, pero aun así, siendo las bajas tan altas, hemos decidido escribirlo en este post.

Aunque no estaba previsto a la hora de publicar la anterior entrada sobre el tema, esta no será la última entrada sobre las victorias pírricas más famosas, sino que habrá una más, que, esperemos, sea publicada esta misma semana.