miércoles, 6 de marzo de 2013

Richard Kirkland, el Ángel de Mary's Heights

Monumento creado por Felix de Weldon en honor a Richard Kirkland

Durante la historia se han dado muchas situaciones en las que hombres de diferentes bandos, aun siendo enemigos, se han ayudado con algún fin. Esta es otra historia de este tipo.

En 1862, durante la Guerra de Secesión, la Unión preparó una ofensiva que se denomina Batalla de Fredericksburg. En ella, la Unión pretendía cruzar el rio Rappahannock a la altura de Fredericksburg e intentar atacar la capital de los Confederados, Richmond. Para cuando la Unión logró cruzar el rio (no sin gran esfuerzo) los Confederados ya habían fortificado la ciudad, y, además tenían unidades en puntos estratégicos. La unidad del protagonista de esta historia estaba en la base de una colina, parapetada tras un muro de piedra.

Cuando comenzó el ataque de la Unión, los defensores los repelieron causando numerosas bajas. Poco después, los unionistas pusieron pies en polvorosa y dejaron a todos sus muertos y heridos en el campo de batalla. Los confederados siguieron en sus posiciones por si recibían un contrataque, pero no fue así.

Las horas siguientes estuvieron llenas de gritos de dolor. Además, sumados al terrible sol de ese día, la escena era desoladora. Ante tal situación, el sargento Richard Kirkland pidió permiso para dar agua a los heridos y moribundos que seguían en el campo de batalla. En un principio el permiso le fue denegado, pero ante la insistencia del sargento, sus superiores le dieron permiso para ir, pero le dijeron que debía ir por su cuenta, y que, además, no podría llevar la bandera blanca. Kirkland accedió.

Estatua en honor a Kirkland (de Weldon)
En los próximos minutos, Kirkland recogió todas las cantimploras que pudo y marchó al campo de batalla. Los soldados de la Unión al principio le dispararon, pero una vez que vieron como el confederado levantaba la cabeza de un herido y le suministraba algo de agua, el fuego cesó. El sargento estuvo más de hora y media en el campo de batalla, dando agua a los heridos, mientras ambos bandos le vitoreaban y mientras los heridos le pedían agua a gritos.

Tras la batalla y su acción, llegó a ser conocido como el “Ángel de Mary’s Heights”. El joven sargento murió el 20 de septiembre del año siguiente en la batalla de Chickamauga, mientras él y otros dos soldados intentaban volver a su unidad tras percatarse de que habían avanzado demasiado. Kirkland fue alcanzado, y, antes de morir, como últimas palabras, dijo: “I'm done for... save yourselves and please tell my pa I died right.”, algo así como “Salvaos vosotros, y decidle a mi padre que he muerto con rectitud”.

En 1965 construyeron un monumento de bronce en su honor, en el que sale Kirkland dando agua a un herido. Hoy en día, dicha estatua está en Fredericksburg.

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