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miércoles, 4 de septiembre de 2013

Simo Häyhä, la muerte blanca

Simo Häyhä
Casi todos a los que les guste la Segunda Guerra Mundial conocerán a Vasili Zaitsev, el francotirador ruso que, se cree, mató a más de 200 soldados alemanes. En esta entrada no hablaremos de él, sino de otro francotirador menos conocido pero con más del doble de muertes confirmadas: Simo Häyhä, la muerte blanca.

Este finlandés nació en 1905 y 20 años después comenzó su servicio militar. En 1939, el diminuto Häyhä -no superaba los 1,60 metros de altura- se vio envuelto en la Guerra de Invierno, la cual enfrentó a Finlandia y a la Unión Soviética. En los algo más de tres meses que duró la guerra, el finlandés mató a entre 505 y 540 soldados soviéticos (si bien hay otras fuentes que aumentan esta cifra hasta más de 700), conviertiéndose así en el francotirador de la Segunda Guerra Mundial con más muertes en su haber. 

Las armas que utilizó fueron un fusil M28 Pystykorva y un subfusil Suomi KP/-31. El primero de ellos es, básicamente una variante finlandesa del fusil de cerrojo soviético Mosin-Nagant, y el segundo de ellos es considerado por algunos como uno de los subfusiles más exitosos de la Segunda Gran Guerra. Como era habitual que un francotirador se delatase por el reflejo del sol en la mira telescópica, Häyhä no usaba este tipo de miras. Además, la Muerte Blanca se metía nieve en la boca para que el vaho de su aliento no le delatase.
Simo Häyhä, nótese el impacto

Los soviéticos, hartos del buen manejo del arma del finlandes, mandaron grupos de francotiradores e incluso ataques de artillería contra él, pero estas medidas no fueron eficaces. Por suerte para estos, el 6 de marzo de 1940 una bala perdida impactó en la cara del francotirador y le dejó en coma. Sus compañeros le rescataron, pero no volvió del coma hasta una semana después, día 13 de marzo, día en el que se firmó la paz entre Finlandia y la Unión Soviética.

La bala que le alcanzó le deformó la parte izquierda de la cara y le mantuvo muchos años recuperándose de ella. Cuando terminó la guerra, se dedicó a la caza y a la cría de perros. Como curiosidad, en varias ocasiones llegó a cazar con el presidente finlandés Urho Kekkonen. Murió el 1 de abril de 2002.